La Inteligencia Artificial (IA) puede definirse como el medio por el cual las computadoras, los robots y otros dispositivos realizan tareas que normalmente requieren de la inteligencia humana. Por ejemplo, la resolución de cierto tipo de problemas, la capacidad de discriminar entre distintos objetos o el responder a órdenes verbales.
La IA agrupa un conjunto de técnicas que, mediante circuitos electrónicos y programas avanzados de computadora, busca imitar procedimientos similares a los procesos inductivos y deductivos del cerebro humano.
Pero estas redes aún luchan cuando se trata de algo que los humanos hacen de forma natural: imaginar.
En otras palabras, como humanos, es fácil imaginar un objeto con diferentes atributos. Pero, a pesar de los avances en las redes neuronales profundas que igualan o superan el desempeño humano en ciertas tareas, las computadoras aún luchan con la habilidad humana de la “imaginación”.
Para intentar desbloquear la capacidad de imaginación de la IA, los investigadores han ideado un nuevo método para permitir que los sistemas de inteligencia artificial averigüen cómo debería verse un objeto, incluso si nunca antes habían visto uno exactamente igual.
“Nos inspiraron las capacidades de generalización visual humana para intentar simular la imaginación humana en máquinas”
Dice el científico informático Yunhao Ge de la Universidad del Sur de California (USC).
El documento, titulado Zero-Shot Synthesis with Group-Supervised Learning, fue publicado en la Conferencia Internacional de Representaciones del Aprendizaje de 2021 el 7 de mayo.
“Los seres humanos pueden separar su conocimiento aprendido por atributos — por ejemplo, forma, pose, posición, color — y luego recombinarlos para imaginar un nuevo objeto. Nuestro artículo intenta simular este proceso utilizando redes neuronales”
Este es uno de los objetivos largamente buscados de la IA: crear modelos que puedan extrapolar.
En el campo de la medicina, podría ayudar a los médicos y biólogos a descubrir fármacos más útiles, desenredando la función de la medicina de otras propiedades y luego recombinándolas, para sintetizar nuevas medicinas. Imbuir máquinas con imaginación también podría ayudar a producir una IA más segura, por ejemplo, al permitir que los vehículos autónomos imaginen y eviten escenarios peligrosos nunca antes vistos durante el entrenamiento.