Rise of the Ronin prepara su aterrizaje en PS5 el próximo 22 de marzo y ya hemos podido probar las primeras horas de la propuesta.
Mucho se ha hablado en las últimas fechas del calendario de videojuegos exclusivos de PS5, especialmente tras las declaraciones de la propia compañía, apuntando hacia 2025 para recibir nuevas entregas de algunas de sus grandes licencias. No obstante, el 2024 ha arrancado con fuerza en lo relativo a títulos que solo llegan a la consola de Sony como The Last of Us Parte II Remastered, Final Fantasy VII Rebirth o Helldivers II. Ahora toca el turno de recibir a Rise of the Ronin, la próxima propuesta que aterriza de manera exclusiva en la consola de actual generación de la firma nipona.
En esta ocasión, la alianza con Team Ninja ofrece un videojuego de mundo abierto, diferente a títulos como Nioh o Wo-Long: Fallen Destiny. Gracias a PlayStation España ya he podido experimentar las primeras horas de juego junto a Rise of the Ronin para que sepas todo lo que necesitas en estos primeros compases, de modo que puedas hacerte una idea de lo que te depara en esta aventura basada en una de las grandes revoluciones de Japón. Si has jugado a cualquier otro título de Team Ninja, te sentirás familiarizado con su fórmula, tanto en sus virtudes como en sus defectos.
Una katana para salvar a un país
Sin entrar en detalles argumentales, ya que no se me permite, y nuestra regla número uno es realizar cualquier texto sin un ápice de spoilers para que puedas experimentar las mejores sensaciones con el título por ti mismo, Rise of the Ronin explora una de las épocas más turbulentas de Japón. Durante el siglo XIX, el país nipón se recupera de tres siglos de opresión por parte del shogunato Tokugawa, mientras la sombra de Occidente se cierne sobre sus dominios, amenazando con cambiar todo lo establecido. Aquí es donde surge la figura del samurái protagonista, un ronin que busca su propio camino has forjar su nombre y ganarse un papel clave en la historia de Japón.
Lo primero que hay que saber es que se puede elegir el género del protagonista, además de contar con un editor de personaje simple para que se adapte al estilo que más te guste. Una vez te adentras en la propuesta de Rise of the Ronin, será quien te acompañe en todo momento, pudiendo modificar su armamento y vestimenta de entre cientos de opciones que se van obteniendo a lo largo de la partida. Esta es una de las notas dominantes del título y del propio Team Ninja, ya que en muchas ocasiones pasas más tiempo en los menús revisando las nuevas prendas obtenidas y sus propiedades, así como ponderando el arma principal y secundaria para intentar equilibrar las herramientas de las que se dispone en combate.
Pero ya hablaré más tarde del combate, ya que es uno de los puntos fuertes de Rise of the Ronin y que se permite explorar en este nuevo título. Sin embargo, todo lo relativo al personaje también es muy importante, ya que disspone de muchas posibilidades de personalización, tanto en equipo como en un amplio árbol de habilidades dividido en cuatro ramas para aumentare atributos como la fuerza, la destreza, la inteligencia y el ingenio. Con ello, se pueden ir adquiriendo diversas técnicas que se amolden al estilo de juego de cada jugador.
Un combate profundo y asequible
A pesar de que he podido jugar entre 2-3 horas a Rise of the Ronin para realizar estas impresiones previas al análisis del juego, ya hay mucho que ahondar en relación a algunas de sus mecánicas principales. Por supuesto, el combate es uno de los elementos centrales del título, y aquí se advierte cierto aire de otros títulos de Team Ninja, pero extrayedo algo de identidad propia. Hay una combinación de ataques y técnicas que se pueden ir aprendiendo a lo largo de la aventura, aunque lo principa es el bloqueo y la rotura de la estabilidad de los enemigos, algo similar a lo que ocurre con Sekiro: Shadows Die Twice.
Aunque es un juego de acción, la estrategia también es importante, así como el timing a la hora de detener los golpes y lanzar tus acometidas. Es un título desafiante, no cabe duda, pero algo más asequible a lo que ofrecen los soulslike más representativos. Es la misma jugada que Nioh en su día, pero con una profundidad mayor. Y es que Rise of the Ronin no se conforma únicamente con incluir estas vertientes de ataque y defensa, sino que basa su sistema en técnicas de combate diferentes y que se pueden adoptar en tiempo real, generando un circuito de debilidades y ventajas frente a diferentes tipos de enemigos.
De este modo, equipar la técnica adecuada para hacer frente a un jefe puede ser crucial, ya que ataque con la que aporta ventaja logra un mayor daño y desestabilidad con los bloqueos, por lo que el combate se puede facilitar y acortar. Además, también se puede hacer uso del gancho del personaje para atraer a los enemigos o lanzarles objetos del entornos, por lo que hay muchos elementos con los que se puede profundizar en esta dinámica, aunque faltan muchas horas en el contador para poder explorarlas todas. Te emplazo al momento en el que publicaremos el análisis de Rise of the Ronin para descubrirlas, pero a modo de anticipo te puedo decir que es un título divertido en sus momentos de acción.
El mundo abierto no inventa la pólvora, pero cumple con lo que se propone
Lo que sí me ha dejado algo más frío es el mundo abierto de Rise of the Ronin, aunque bien es cierto que solo he podido explorar una pequeña porción del mismo y descubrir la primera gran ciudad de la propuesta, Yokohama. El entorno que propone Team Ninja cumple con todos los clichés clásicos de los mundos abiertos que hayas visto en los últimos años, por lo que en estos primeros compases se muestra como algo genérico y falto de alma. A través de todo el entorno que puedes explorar hay una línea de tiempo con indicadores constantes, que van apareciendo a modo de iconos en el mapa.
Entre las actividades que se pueden realizar destaca el descubrimiento de lugares emblemáticos, acariciar gatos o derrotar a enemigos especiales. No obstante, la actividad más común es la de liberar ciertos emplazamientos que están ocupados por grupos enemigos en los que tienes que enfrentarte a campo abierto con una tropa, incluyendo animales como jabalís o lobos, donde hay minijefes que intentan ponerte las cosas difíciles. Es una de las mecánicas más interesantes de Rise of the Ronin, pero son tan frecuentes y numerosas que su presencia se hace tediosa incluso en las primeras horas de juego, por lo que no quiero imaginar cómo avanzará cuando el reloj siga sumando.
Por el momento, las sensaciones son algo dudosas con el mundo abierto. El entorno es bastante amplio y ofrecer ciertas opciones de exploración interesantes, pero le falta algo más de empaque para que te invite a lanzarte a por los marcadores que se van abriendo paso en el mapa. En todo momento se nota la inexperiencia del Team Ninja con este tipo de entornos, ya que no han querido arriesgar lo más mínimo e incluso disponen de un marcador de nivel para cada una de las misiones que se pueden cumplir, con una distribución algo simple y poco efectiva si pretendes encontrar un reto.
En cuanto a la exploración, justo en la misión de corte de estas impresiones se permite utilizar un ala delta para sobrevolar zonas, lo que apunta a ser verdaderamente interesante tanto para descubrir nuevos lugares como para tender emboscadas a los enemigos desde el aire. El otro medio de transporte habitual es el caballo, al cual se le puede llamar en todo momento para recorrer distancias largas mientras te trasladas hasta el objetivo de la siguiente misión.
Yokohama también parece tener mucho que contar como ciudad, ya que hay varias actividades que se van desbloqueando con el cumplimiento de las misiones, por lo que es probable que a medida que avance pueda encontrar campos de entrenamiento, mercaderes o personajes que me entreguen misiones y encargos para aumentar las opciones jugables. Por lo tanto, prefiero reservar el juicio final en este sentido cuando toque hacerlo en el análisis del juego que llegará en unos días.
A nivel artístico y técnico es puro Team Ninja
Toca finalizar estas impresiones hablando de uno de los aspectos más grises de Rise of the Ronin. Si bien su mundo abierto me ha permitido explorar muy poco terreno respecto al que se le presupone al título, lo cierto es que el entorno artístico luce bonito, colorido y no da una sensación enorme de vacío, aunque sí que hay zonas a las que se les podría haber sacado algo más de partido. No obstante, en líneas generales luce realmente bien, así como los entornos más cerrados como las ciudades o los lugares de interés, donde sí que se respira algo más de vida. Sin embargo, no todo es positivo en este terreno para el título de Team Ninja.
Y es que el estudio japonés vuelve a sufrir de animaciones algo robóticas fuera de combate y de personajes faltos de carisma, con expresiones faciales que suelen brillar por su ausencia. En comparación con las grandes superproducciones que suele aportar PlayStation Studios, desentona con un pobre rendimiento en este sentido, aunque es innegablemente marca de la casa. Team Ninja ya ha experimentado problemas similares en otros videojuegos recientes como Wo-Long: Fallen Destiny. Desde luego, no es uno de sus puntos dominantes, por lo que hay que saber ignorar este tipo de fallos para disfrutar de los momentos clave de su argumento.
Rise of the Ronin apunta alto
Aún es pronto para valorarlo, pero Rise of the Ronin apunta a cumplir con ciertos estándares que acostumbran a ofrecer las obras exclusivas de PlayStation. Team Ninja ha conseguido generar un mundo abierto que funciona, sin destacar en exceso ante las grandes producciones del género. Su punto fuerte es el combate, divertido y desafiante, que te invita a seguir explorando sus opciones de manera constante. Aún falta mucho que descubrir en todo lo que tiene que ofrecer Rise of the Ronin, así que, si me lo permites, vuelvo a los mandos para conseguir obtener todas las conclusiones necesarias cuando nos volvamos a leer en unos días con el análisis del nuevo exclusivo de PS5 que aterriza el próximo 22 de marzo.