- Los artículos que más se venderán son pantallas, computadoras y celulares, dijo César Armando Salazar López
- Habrá facilidades de pago con tarjetas de crédito para bienes electrónicos durables
- Las empresas que quieran incrementar sus ventas deberán desarrollar una política agresiva de entregas
En el “Buen Fin” 2021 hay que ser cuidados y comprar lo que realmente se necesita para evitar comenzar el siguiente año con problemas económicos, recomendó César Armando Salazar López, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, quien dio a conocer que la meta esperada de ventas es de 240 mil millones de pesos, prácticamente la misma cantidad que se obtuvo el año pasado.
No obstante, “alcanzarla será complicado, ya que significaría tener un monto de ventas diario de 34 mil millones de pesos” y es poco probable que ocurra, a pesar de que se anuncian siete días de ofertas y promociones del 10 al 16 de noviembre. “Habrá que esperar para ver si sirve la estrategia de dar más días”, mencionó.
En estos momentos de incertidumbre económica, el consumidor debe tener claro que si va a comprar algún producto, lo haría porque realmente lo necesita y tendrá el dinero suficiente para pagarlo si lo adquiere a crédito. Si es posible esperar, hay que hacerlo, sugirió el experto.
Asimismo, alertó, no hay que perder de vista que por pagarse a meses sin intereses se puede acumular una cantidad importante de compras; hay que ser muy cuidadosos.
En la conferencia de prensa a distancia El Buen Fin ¿tiempo de “darnos un gustito” o ahorrar para lo que viene?, el especialista en crecimiento económico y distribución factorial del ingreso refirió que el año pasado, con ventas por 239 mil millones de pesos, se registró un aumento significativo respecto a lo ocurrido en 2019, cuando se ubicaron en 118 mil millones de pesos.
Ese incremento se debió a que el número de días de promoción se amplió de cuatro a 12 días por la pandemia. Entre los artículos que más se venden están los electrónicos, como pantallas, computadoras y celulares, recordó César Salazar.
Para el consumidor preocupado por la forma en que gasta su dinero, esa promoción puede significar una ganancia. Antes de 2020 se reportaban numerosas visitas a las páginas electrónicas de tiendas y marcas para verificar los precios. “El más enterado puede tener el beneficio de encontrar el producto que quiere a un menor precio o a mejor oportunidad de crédito”.
Aunque existen estrategias engañosas, advirtió el experto, las personas pueden revisarlos en línea o acudir a la tienda para verificar si en realidad hay un descuento. Eso es adecuado y se puede comenzar a hacer desde ahora; eso habla de un consumidor informado.
El universitario explicó que adelantar el aguinaldo sirve para que las personas puedan aprovechar esta estrategia comercial, pero si gastan más de lo que tienen podrían comenzar el siguiente año con problemas económicos.
El “Buen Fin” tiene el propósito de reunir en tiendas y centros comerciales de todo tipo, una especie de grandes días de ofertas. Es una estrategia de ventas influenciada por el Black Friday (“viernes negro”) de Estados Unidos. “Allá es un día, y acá se estableció un fin de semana largo, que coincide con el día lunes, inhábil, por el aniversario del inicio de la Revolución Mexicana”.
Es una oportunidad comercial que permite a las tiendas, comercios y productores poner mayor número de mercancías a disposición de los consumidores, quienes esperan un descuento sobre los precios. Se abre la temporada de compras de Navidad y Año Nuevo, “y es un termómetro de la confianza y de la actividad económica en el país”.
Empero, expuso, las grandes ofertas se registrarán en artículos que ya no están de moda o que tienen un proceso de rezago. “Lo que más vamos a encontrar son facilidades de pago para bienes electrónicos durables, promociones en tarjeta de crédito, a meses sin intereses, para hacer asequibles ciertos bienes en particular, como un celular a pagar en 24 meses”.
Salazar López expuso que un porcentaje importante de las personas paga con tarjeta de débito o en efectivo, porque no toda la gente tiene acceso a una de crédito. El año pasado se estimó que aproximadamente 35 por ciento de las compras se realizaron a meses sin intereses.
Las adquisiciones pueden influir en la actividad económica comercial. “Si eso va a los pequeños negocios, va a ser muy significativo para ellos; es darles una oportunidad de sobrevivir en el contexto de esta crisis que no se ha acabado”.
Las tiendas grandes, en tanto, establecen mecanismos de compra que no requieren acudir a la tienda, “y en los próximos meses veremos qué tanto el comercio en línea llegó para quedarse”.
Desde mi perspectiva, opinó el integrante del IIEc, las empresas que quieran tener un crecimiento de ventas necesariamente deberán tener una política agresiva de entregas. Habrá que ver de qué manera los pequeños negocios se pueden insertar en esa dinámica y los beneficios que obtendrán los consumidores que sí acudan a las tiendas.
Gaceta UNAM