Hace uno días el youtuber Ryan Hoffman, conocido popularmente como ‘Rayito’, al borde de las lágrimas en un video anunció que de manera oficial dejará de compartir videos en Youtube, debido a los cambios en las políticas de la plataforma y no le permitirá adaptarse a tales medidas.
Apenas hace unos años escuchabas que la mayor aspiración de los chicos era ser youtuber y eso ponía a los padres en un grito. Pero en poco tiempo sí se convirtió en un medio de vida de varios jóvenes.
Datos de YouTube, Socialblade y Captiv 8. en 2017, arrojaron que los youtubers generaron 127 millones de dólares, eso, sin contar con los contratos publicitarios. Sin embargo, el boom youtuber, podría estar llegando a su límite, en el año 2016, cuando YouTube cambió la política de pago a los creadores de contenido, se agravó con la crisis de anunciantes
que sufrió la web tras los escándalos por contenido inapropiado.
Otra situación que ha afectado esta forma de vivir es que las compañías querían elegir los vídeos en dónde insertan sus anuncios y que no fueran a parar a canales en los que se podía relacionar con polémicas racistas, homófobas o incluso sexuales. Por ello, la plataforma integró una modalidad formada por canales comprobados por las propias firmas, en las que se incluiría su publicidad.
A esto se le añade que se endurecieron los mínimos para conseguir ingresos: de 10 mil visitas para arriba. Esto provocó mermadas las ganancias de los creadores de contenido por las empresas, directamente les excluían de estas listas o el nuevo algoritmo penaliza el contenido. Un ejemplo, uno de los youtubers españoles más conocidos, Wismichu, denunció que un vídeo suyo, con más de dos millones de reproducciones, apenas había conseguido 100 dólares en ingresos.
Un futuro poco esperanzador, además que si alguna vez se creyó sólo vivir económicamente siendo influencer, un estudio publicado por la agencia de comunicación Cohn & Wolfe y la plataforma Brantube, lo desmitificó: solo un 14% de los youtubers viven exclusivamente de esta práctica, y el 86% tiene que compaginarlo con otros trabajos. Este mismo análisis afirma que menos de la mitad de los youtubers tiene como principal objetivo ganar dinero con su canal, mientras que el resto lo considera más un pasatiempo que una profesión.
Estamos además en un momento en que la sociedad está más crítica y le intersa mejores contenidos. Algunos influencers por tener más vistas estaban cayendo en videos poco inteligentes y hasta morbosos que no han sido de la gracia de la gente.
¿Tú qué opinas?