Una prótesis de mano que funciona a partir de los impulsos bioeléctricos que produce el mismo cuerpo, fue desarrollada por el doctor David Tinoco, académico de la FES Cuautitlán Izcalli, junto con el investigador José Amador Ferrer Varela, estudiante de Ingeniería en Telecomunicaciones y Electrónica (ITSE).
El proyecto comenzó desde el 2016 junto con los estudiantes de ITSE e IME, quienes trabajaron para que los impulsos lograran controlar las prótesis, esto gracias a que los universitarios tomaron muestras bioeléctricas de cada movimiento y por medio de una red neuronal captaron el patrón de comportamiento.
Las ventajas de este desarrollo es que el individuo no va a requerir rehabilitación, entrenamiento técnico o permiso de salubridad, ya que son sensores cutáneos y hasta ahora el sistema ha demostrado funcionar con éxito.
Finalmente, el nuevo objetivo es hacer una herramienta más estilizada, menos pesada y que no genere incomodidad al usarlo, además el diseño se completará con impresión 3-D con el objetivo de mantenerlo a un precio económico.